El hermanamiento consiste en una aportación de 50 €/mes dirigida a un niño concreto en situación de riesgo social.

Gracias a nuestro cariño y a esa aportación, nuestro hermano podrá ingresar en una escuela donde le asegurarán tres comidas diarias y la posibilidad de desarrollar su talento artístico o deportivo.

El hermanamiento puede durar tanto como puedas mantenerlo y aunque es fundamental en las etapas educativas de Primaria y Secundaria ¡ojalá puedas hermanarlo para toda la vida!

¡Recuerda que todas las donaciones desgravan! Recuperas el 75% de los 150 primeros euros donados y hasta el 35% de lo restante.

Tras la escuela seguimos acompañando a los jóvenes que consiguen llegar hasta la Universidad ¡su esfuerzo debe recompensarse!

Les becamos a cambio de unas horas de trabajo social sustitutorio en relación a lo que están estudiando para tratar de evitar la famosa fuga de cerebros.

Puedes compartir tu hermanamiento con otras personas y ayudar a estos universitarios a acabar sus estudios; te mantendremos informado de quién se trata y de con cuantas personas lo compartes.

Hermanar una barriga es ayudar a una embarazada a tener un embarazo seguro. Permite asegurar que la nueva vida que alberga llegue al mundo sano y sin problemas, aportando a la madre la tranquilidad de que tanto su bebé como ella van a ser asistidos durante el parto. En África Oriental la mortalidad en parto y postparto es altísima, la mayor parte de las veces por motivos fácilmente evitables con las condiciones higiénicas y sanitarias más elementales.

Gracias a una aportación de 35 € al mes podemos garantizar a la madre un seguimiento de su embarazo, así como las medicinas o suplementos alimenticios que necesite. Prevenimos las posibles complicaciones que puedan surgir en el parto y, si el caso lo requiere, financiamos el traslado y atención en el hospital del distrito. Cuando nazca el bebé nos aseguramos que los dos reciban los suplementos alimenticios necesarios, les proporcionamos un kit de cuidados para el recién nacido y controlamos la evolución de ambos.

Desde Nzuri Daima recomendamos que el hermanamiento se prolongue durante un periodo mínimo de un año, comenzando en el cuarto mes de embarazo, pero dada la desnutrición de los menores de cinco años en esta zona de África, que les lleva a no ser capaces de resistir enfermedades infecciosas u oportunistas, consideraríamos oportuna vuestra ayuda hasta que el niño cumpliera esta edad.

Contamos con una ONG local que nos hace de contraparte, con muchos años de experiencia en el trabajo con personas de la tercera edad, capaz de detectar aquellos ancianos que por diferentes circunstancias viven en situaciones de precariedad.

En África no existen las pensiones estatales para los pequeños agricultores o ganaderos, que afrontan con desamparo su vejez después de haber trabajado toda la vida. Muchos de estos abuelos tienen a cargo a sus nietos tras una enorme generación perdida principalmente por SIDA, son dependientes o cuentan con tan exiguos recursos que les es imposible asumir las más elementales necesidades.

Hermanando un abuelo con tan solo 35 € conseguimos proveerles de comida, ropa, artículos de higiene, uniformes y material escolar para sus nietos. Y algo igualmente importante, les dotamos de una red de apoyo que les cuida para que puedan llegar al final de sus vidas de un modo digno y feliz.