«La Paz no es algo que deseas, es algo que creas, algo que haces, algo que eres y algo que regalas.»

(John Lennon)

Querid@s amig@s,

Me dí cuenta el 20 de noviembre, que se celebrara el día internacional de l@s derechos del niñ@, que había pasado exactamente un año desde que colgáramos en el blog de Nzuri una de mis cartas desde Sudan del Sur.

Un año en el que las cosas no solo no han mejorado si no que han empeorado.

Han empeorado mucho.

Un año de golpes, de muertes, de días de ánimo denso, nubes oscuras y ambiente pesado, en el que levantarse parece no tener ningún sentido, y otros donde la luz es tan clara que parece que puedes ver el final del horizonte y el aire es limpio, y las comisuras de los labios se empeñan en hacer reír a las orejas.

Un año de altibajos radicales.. de muerte. Muerte a nivel familiar, comunitario, mundial… de mirarla a los ojos y tener que saber dejar ir cogid@s de su mano.

Y de encontrarla también al descolgar niños de árboles de mango y gritarle y tirarle piedras PARA QUE SE VAYAAA!, para que no robe más sueños inocentes… para que deje de aprovecharse de los corazones rotos.

Un año de ver llorar de hambre, de ver morir de hambre. Un año de Guerras. Un año de soñar imposibles, como siempre, y ver como niñ@s sin esperanza, trepaban unos sobre otros para alcanzar el cielo con el nuevo grupo de circo y acrobacias gracias a los coaches de Uganda que aceptaron arriesgarse a enseñar en Yei, donde cada día amanece con al menos una muerte, donde todo el mundo lleva armas, donde nadie rie, donde la vida pesa… aplasta.

Terminé el año pasado con ese accidente que dio lugar a un milagro de panes, sin peces. Y comencé el año siendo robada a palos yendo a la misa del Papa en Juba, y eso me llevó a conocer al embajador de España que tiene la llave de futuros mejores para nuestros niñ@s.

En cada marca un milagro…

Lloré de impotencia y rabia ante el negocio legal del trafico de personas, de las huidas a precio de un riñón…la ley de oferta y la demanda dicen. Y me dieron esos cólicos “frenéticos” nefríticos dicen los médicos, al quedarme muda en esa frustración que provoca el no saber poner palabras,  el no tener suficiente voz para que se me escuche. El mirar agonizar a Sursudaneses retornando a un hogar del que salieron porque morían de hambre. A perro flaco todo son pulgas.

L@s niñ@s han muerto a miles en Sudan,  pero no sale en los periódicos.

Las lluvias anegan Sudan del Sur, destruyendo casas, cosechas, tomando vidas. Pero no sale en los periódicos.

Un grupo de rebeldes depuso las armas en la frontera sur, y a cambio se les dio tierra y oportunidad de recomenzar en Uganda… Lo primero que hicieron fue perpetrar varias matanzas con nombre y apellidos a aquellos “desertores” o “traidores” de su nación que en su momento salieron de Sudan del Sur y ahora vivían refugiados en Bidibidi (campo de refugiados en el norte de Uganda). Después montaron también un nuevo grupo armado en este su nuevo país (Uganda).

Pero no, seguro que no habéis leido nada de todo esto en los periódicos.

Pero no todo ha sido dureza y dolor… hemos tejido también muchos milagros a golpe de fortaleza, como la de Sara, que sobrevivió a una apendicitis a pesar de no ser operada en más de dos semanas de angustioso dolor y espera.

O la de Tabán y sus hermanos que dejaron atrás palizas y alcohol para poder estudiar internos.
Y el milagro de Claudia, que encontró familia y amor a sus ya 13 años.

Pero sobre todo el milagro de haber compartido comida y sueños, fomentado la educación, contratado profesores, transformado aportación escolar en comida, de haber formado parte del G20, soñado alto, cantado en múltiples lenguas. Sí, hemos cantado y bailado mucho. Porque a este mundo lo que le gustan son las cosquillas, y que la gente ría y celebre, y abrace el amor bajo cielos llenos de estrellas.

Hemos acabado el año Alzando la voz por La Paz con escuadrones de MILES de niñ@s agarrados a cometas, y seguiremos haciéndolo, como quien eleva una plegaria, como quien está decidid@a hacerse ver, a hacerse oír.
Y ahora, al mirar hacia delante, lo hacemos en bicicleta, una de esas rosas que rompen mitos. Y aunque sabemos que no será fácil, también sabemos que merecerá la pena.

«Átate las alpargatas que vienen curvas» decía un viejo amigo, o no te las ates si usas nuestros cordones mágicos que abren caminos 😀

Como decía al principio lanzamos una campaña navideña, para soñar a lo grande, y demostrar que es posible alcanzar utopías, que con unos cordones, le hacemos al mundo una lazada, como un abrazo fraternal, y que entre todos pagaremos sueldos a profesores, y convertimos aportaciones escolares en comida:

https://contralascuerdas.nzuri-daima.org/

#ContraLasCuerdas

Campaña de micromecenazgo CONTRA LAS CUERDAS

 

Os agradezco con toda el alma que seáis de los que CREAN, por eso no os desearé un fantástico 2024, se a ciencia cierta, que seres cada uno de vosotros quienes lo irá convirtiendo en el mejor año de vuestras vidas… (hasta que llegue el siguiente) ¡y en nombre de tod@s los que de una forma u otra somos parte de esta gran familia ¡un abrazo inmeeeeenso por vuestro apoyo y cariño!,

Almudena, l@s voluntario de Nzuri Daima y tod@s los niñ@s de Yei.

Almu con un grupo de niños y niñas en Sudán del sud

Almu con un grupo de niños y niñas en Sudán del sud

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies